martes, 23 de noviembre de 2010

Aproximación ecléctica sobre los paradigmas de la Comunicación.

El planteamiento del estructuralismo que sugiere la existencia de estructuras que definen los diversos significantes y significados en un una sociedad, aportaría un punto de partida útil para el entendimiento y la adaptación de determinada práctica pedagógica, donde el reconocimiento y definición de una estructura puede aplicarse a otro sistema, llámese escuela, grupo social, comunidad, etc.  El valor agregado aportado por el estructuralismo, al compararlo con el funcionalismo, más allá del análisis funcional de los elementos componentes del sistema social o educativo en este caso, es el reconocimiento del significado que poseen los elementos que actúan en dicho sistema, en donde los objetivos se enfocan en poder conjugar adecuadamente, por ejemplo la metodología y procesos pedagógicos, para lograr enriquecer adecuadamente los elementos significantes de la práctica pedagógica y obtener una eficiente transmisión de su significado.   Si una práctica pedagógica ha reportado resultados favorables en determinado sistema, su estructura podría ser trasladada y adaptada a otro sistema –como de una escuela de una comunidad con estructuras culturales y sociales similares a otra-. 
El funcionalismo por su parte, aporta modelos que han demostrado ser eficaces en muchas de las actividades pedagógicas, como es el caso del empirismo que busca conocer la realidad a través de la observación de los fenómenos observables, donde el alumno puede de manera directa y a través de la experiencia, adquirir sus conocimiento y/o habilidades. La teoría funcionalista, considera a la sociedad como una totalidad marcada por el equilibrio, y en la que los medios de comunicación tienen una gran importancia dentro de la estabilidad social.  Por otra parte, considerando la influencia en el funcionalismo del positivismo como teoría del saber que no admite otra realidad que no sean los hechos, ni a investigar otra cosa que no sean las relaciones entre los hechos, resulta útil siempre partir de la realidad y los hechos, pero, no obstante, se debe dar cabida a nuevos espacios no siempre tangibles como es el caso de lo metafísico y la conciencia.  

Conscientes de que hay potencial
Se habla mucho del potencial que poseemos los colombianos, pero tal como sucede con la minas, lo importante no es tenerlas sino explotarlas.   García Márquez en su escrito: Por un país al alcance de los niños, realiza una nueva lectura de la historia de Colombia y revela con sutileza las claves de su devenir, enfrentándolo al desafío de reconstruir con las herramientas del conocimiento y el saber un modo de vida más armonioso y feliz.  Resalta el formidable potencial humano  con que Colombia cuenta, no importa cuán oscuro sea el panorama.  Las respuestas al cómo explotar el potencial y mejorar la realidad de nuestro país, se deben buscar en la educación, en nuestra capacidad para transformarla en concordancia con el nuevo país que queremos construir para los niños:  “Una educación desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar y nos incite a descubrir quienes somos en una sociedad que se quiera más a sí misma que aproveche al máximo la creatividad inagotable y conciba una ética para nuestro afán desaforado de superación personal que integre las ciencias y las artes a la canasta familiar”



La reflexión de García Márquez quien a su vez escribió el prólogo  literario al libro del científico colombiano Dr. Rodolfo Llinás: ‘El cerebro y el mito del yo’, sobre el papel de las neuronas en el pensamiento y el comportamiento humanos, permite introducir oportunamente a este valioso ejemplo sobre el potencial y demostración de aplicación del talento de un colombiano que ha podido descubrir terrenos donde ningún otro humano había llegado: las profundidades y el acercamiento al entendimiento de nuestro cerebro.

Para Llinás, la riqueza básica de un país está dada por su población y se mide por el valor del capital humano.  La educación, ciencia y tecnología son y han sido siempre la base del desarrollo de las civilizaciones humanas.  En cuanto más aprendamos sobre nuestra propia naturaleza, más nos queremos los uno a los otros y más nos entendemos.  Cuanto más comprendemos algo, más nos gusta, más lo amamos y hay una increíble sensación no de posesión sino de ser parte de algo cuando se entiende.  El recurso clave es la combinación ciencia-tecnología como alternativa a las grandes reformas sociales, políticas y económicas.
“El cerebro es una máquina para soñar”, ha dicho Llinás, el hombre que ha sido capaz de liderar investigaciones en la NASA y que a través de sus estudios ha abierto la posibilidad del uso de la nanotecnología en la neurocirugía.   García Márquez finalmente menciona en su prólogo, que Llinás sugiere que en realidad, ver, oír y sentir son propiedades del cerebro que los sentidos limitan y ordenan.  De allí podemos vislumbrar dos planteamientos esenciales: cómo es que pensamos y qué es ser conscientes, y la única manera de entender el mundo en que vivimos es que empecemos por fin a entendernos a nosotros mismos

No hay comentarios:

Publicar un comentario